Desde que entendimos la necesidad de tener un espacio de encuentro y de trabajo, decidimos ubicarnos en Envigado, lugar en el que existen algunos rezagos de la vida de barrio que tanto nos gusta. Tiendas de esquina, bares tradicionales, almorzaderos, legumbrerías, panaderías, ferreterías y papelerías, son algunas de las razones por las que optamos por tener nuestro taller en un municipio donde es posible tener todo esto a distancias caminables.
Empezamos en el barrio Mesa en una terraza en obra negra y posteriormente en una casa colonial de patios y solar con huerta. También pasamos por el parque de Envigado, donde encontramos un enorme apartamento con una vista que generaba comentarios de asombro cada que alguien nos visitaba. Posteriormente estuvimos en el barrio San José, donde tuvimos exhibiciones de arte, residencias, experiencias gastronómicas, participación comunitaria, talleres y charlas entre otras. Actualmente estamos ubicados en La Magnolia, donde seguimos compartiendo nuestro quehacer e intereses con vecinos y visitantes, promoviendo la interacción entre diferentes disciplinas culturales y fortaleciendo lazos con la comunidad que nos rodea. 
El disfrute del oficio siempre ha sido prioridad en nuestro taller y en la forma de habitarlo. Desde esta posición creemos que podemos aportar a la creación de ciudad y a la reflexión, así como al disfrute del arte y la cultura. 
A continuación algunas de las situaciones y personas que han pasado por nuestro taller.